“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”
Ya han pasado tres años desde el 19 de abril de 2019, último Viernes Santo que pudimos realizar nuestra salida procesional. En este año 2022 y con todas las previsiones meteorológicas anunciando un día soleado, a las 12:30 nuestra Cruz de Guía iniciaba el cortejo y el Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores volvían a recorrer las calles de Úbeda. Con la Plaza de Andalucía y la parte alta de la Corredera, frente al templo de la Trinidad, abarrotadas de público dispuestos a vivir de nuevo la salida de la Expiración desde ese particular Gólgota ubetense que es la lonja del templo de la Trinidad, las calles volvían a llenarse de nuevo del blanco y negro típico de nuestro habito penitencial a mediodía del Viernes Santo.
Pero el día este año empezaba unas horas antes ya que por primera vez el guión se reunía en el local de la Calle Explanada, desde donde una vez entregados los enseres, salíamos ya formados hacia la iglesia de la Trinidad, donde aguardaban el representante del Excmo. Ayuntamiento y una nutrida representación de oficiales y guardias de nuestros hermanos de la Academia de Guardias y Suboficiales de la Guardia Civil de Úbeda-Baeza, encabezada por su coronel-director, el Ilmo. Sr. Don Fernando Moure Colón, que incluía también los escoltas para los tronos y una compañía que desfiló detrás de la imagen del Stmo. Cristo de la Expiración. Todos, hermanos de luz, corros de trompeteros, mantillas, tambores y timbales, costaleros y hombres de trono, portadores de tulipas, insignias y estandartes, directivos… dando gracias y pidiendo en silencio cada uno con su oración a Nuestros Titulares.
La Agrupación Musical Maestro Emilio Cano de Membrilla (Ciudad Real), que desde 2011 nos acompaña, interpretaba las marchas a nuestros Titulares “Expiración” y “Muerte y Dolor” a la salida del templo para después ir acompañando con sus marchas el paso de los costaleros que cargan la imagen de María Stma. de los Dolores.
Tras tres horas que transcurrieron por las principales calles de nuestra ciudad en un mediodía soleado y caluroso llegábamos de nuevo a la iglesia de la Trinidad donde este año terminaba nuestra Procesión y donde, unas horas después, nos reuníamos para, a la hora prevista, iniciar el traslado a la Plaza Vázquez de Molina para participar en la Magna Procesión General, plaza que lucía un aspecto extraordinario y que ya es la elegida por muchos ubetenses y visitantes para vivir ese momento de los instantes previos a su inicio, tanto que este año apenas quedaba sitio para que las distintas hermandades ocupáramos el lugar que teníamos asignado para los tronos de Nuestros Titulares y para formar el guión.
Solo queda dar las gracias a todos los hermanos de la Cofradía por su asistencia a los cultos y procesión y desde aquí invitarlos a que sigan participando en la vida de la cofradía, en la misa mensual el último sábado de cada mes y en todos los cultos y actividades que se programen dando muestra de nuestro compromiso cofrade y de nuestra devoción al Santísimo Cristo de la Expiración y a María Santísima de los Dolores.