“Oscurecerse el sol de repente; se cumplió la fatal profecía.
¡Mira, mira a tu Hijo, María! ¡Mira, mira, cadáver esta!”
(Sexto dolor: bajan a Jesús de la cruz y María lo recibe en sus brazos)
Cuando han pasado prácticamente dos años desde la última vez que se pudo celebrar, el pasado sábado 20 de marzo daba comienzo el Septenario a María Santísima de los Dolores en la iglesia de la Stma. Trinidad, cumpliendo con todas las recomendaciones de las autoridades sanitarias y de aforo del templo; por este motivo y para facilitar que llegara al mayor número posible de hermanos y fieles ha sido retrasmitido durante los siete días en directo a través del canal de Facebook de la cofradía.
Este año debido a las restricciones sanitarias no ha sido posible contar con la Coral Virgen de Guadalupe por lo que nuestros tradicionales Dolores, que magistralmente interpretaban cada año, han sido leídos todos los días del septenario como reflexión final al terminar la Eucaristía.
Este primer día de septenario fue muy especial para la cofradía ya que era bendecida la nueva imagen de San Juan Evangelista que a partir de ahora acompañará a nuestra Titular María Santísima de los Dolores en su capilla, donde podrá ser venerado por los hermanos cofrades y fieles en general. La celebración de la Eucaristía ha estado presidida durante los siete días por nuestro capellán y párroco de San Nicolás, el Rvdo. Sr. Don Alfonso Garzón Vera. En este primer día, en su homilía, nuestro capellán destacó el compromiso y fidelidad de San Juan con Jesús, compromiso que es tan necesario siempre por parte de los cristianos.
Tras la bendición de la imagen, obra de las imagineras Laura y Ester Moreno Obra, invitadas de honor en este día tan importante, prosiguió la celebración eucarística, que finalizo con la entrega de medallas y diplomas a los cofrades que pasaba a ser hermanos de pleno derecho. El Hermano Mayor al terminar la ceremonia se dirigió a los presentes para hacer una pequeña reseña sobre la historia de la imagen de San Juan en nuestra cofradía, tras la que mostró el agradecimiento en nombre de la hermandad tanto a las autoras como al donante y a nuestro capellán.
Todos los cofrades hemos ido participando en el septenario, que como es costumbre desde hace años ha estaba dedicado cada día a los jóvenes, nuestra banda, corro de trompeteros, niños y mayores, costaleros, mantillas, hermanos y hermanas que hemos participado en la Eucaristía dando muestra todos de nuestra devoción por Nuestra Madre, María Stma. de los Dolores.
El martes, día dedicado a los mayores, se hizo entrega de un diploma conmemorativo a los hermanos y hermanas de la cofradía que el año pasado cumplieron 50 años como cofrades y que por motivo del confinamiento domiciliario no les pudo ser entregado. El capellán tuvo hacia ellos unas palabras llenas de cariño y reconocimiento, uniendo sus palabras con las del día anterior dedicado a los niños y niñas, destacando en ellas la enorme importancia para el futuro de la cofradía que representaban los mayores, pues sin la base sólida que crearon no existiría ni el presente ni el futuro. Tras la celebración de la Eucaristía se les brindó un caluroso aplauso que cerraba este entrañable acto de entrega de diplomas.
En los días siguientes, miércoles y jueves, el septenario estuvo dedicado especialmente a los componentes de la banda, “trompeteros” y a los costaleros que tan importante labor realizan cada año, y que con su participación en la celebración de la Eucaristía estos días vuelven a dar muestra de nuevo de su devoción a Nuestra Madre.
"Y Jesús, con fuerte voz, dijo: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Dijo esto y expiró." Con estos versículos del evangelio de San Lucas, el jueves del septenario, que es cuando tradicionalmente se celebraba el Solemne acto del Descendimiento de la imagen del Santísimo Cristo de la Expiración y tras la celebración de la Eucaristía, se iniciaba la reflexión de las Siete Palabras entre las que se intercaló el toque de lamento de nuestros "trompeteros", que sonaba, si cabe, este año más estremecedor.
Fiesta en honor a María Santísima de los Dolores
"Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: "Mujer, he ahí a tu hijo". Luego dice al discípulo: "He ahí a tu madre" (Jn 19, 26-27).
El último día, Viernes de Dolores, se celebró la Fiesta dedicada a nuestra Madre Dolorosa, oficiada por Don Alfonso Garzón Vera y que nuevamente contó con el cuarteto Camerata Boehm que participó con su música en la celebración. Don Alfonso en su homilía nos llevó a reflexionar a través de las imágenes de Nuestros Titulares y la de San Juan sobre la palabras de Jesús en la cruz "Mujer, he ahí a tu hijo"…"Hijo he ahí a tu madre" y en las que ponía de manifiesto el deseo divino de mostrar a María como nuestra madre, como la madre de todos los cristianos. Durante la comunión pudimos escuchar la marcha que el maestro Herrera Moya compusiera para María Santísima, “Muerte y Dolor”, en una impresionante adaptación del cuarteto Camerata Boehm.
Y a pesar de que este año no se han podido interpretar los Dolores, no podía terminar el Septenario sin un pequeño homenaje a ellos y es que tras la comunión, el cuarteto sorprendió a los presentes con los sones del tercer y quinto dolor, en una adaptación que logró emocionarnos. Al finalizar la Eucaristía y tras la última reflexión de una semana dedicada a Nuestra Titular, María Santísima de los Dolores, por parte de la vocal de Cultos, se hizo entrega de unos diplomas conmemorativos a los hermanos y hermanas de la cofradía que este año 2021 cumplieron 50 años como cofrades, tras la que sonó la marcha Expiración como colofón a este Septenario en el que cada día hemos pedido por todos los fallecidos y afectados por la pandemia, por todos nuestros hermanos y familiares que ya no están con nosotros, con la seguridad de que ya reciben el abrazo del Padre.