María Santísima de los Dolores ya se encuentra ataviada para el tiempo de Adviento.

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“…que en el árbol de la cruz, exaltado por el Padre, triunfante, recorres

nuestras calles todas la tardes del Viernes Santo”

viernes santo 2019Durante prácticamente todo el mes de abril las previsiones meteorológicas se mostraban cautas a la hora de hacer los pronósticos por las variaciones, tan típicas de la primavera,  que se iban produciendo casi día a día. Llegada la Semana Santa se confirmaba la inestabilidad en la segunda mitad de la semana, lo que ocurrió a partir del Jueves Santo haciendo que la mayoría de cofradías que hacen sus Estaciones de Penitencia ese día tuvieran que suspenderlas.

Pero el Viernes Santo por la mañana, aunque nublado y amenazando lluvia, el tiempo daba una tregua. La Junta de Gobierno, en reunión extraordinaria, decidió a primeras horas de la mañana mantener la salida a la hora prevista, pero acortando el recorrido ante los pronósticos inciertos y reunirse momentos antes de la hora de salida para tomar una solución definitiva. A las 12:00h, nuevamente reunida la Junta de la cofradía se acuerda realizar la Estación de Penitencia a la hora programada con el recorrido que ya se había anunciado. Salida a las 12:30 por Plaza de Andalucía, Mesones, Nueva, Sagasta, Sacramento, Ancha, Rastro, Plaza de Andalucía para regresar a la Iglesia de la Trinidad. Al final no ocurrió lo que se temía, que estuviésemos dos años seguidos sin poder acompañar a Jesús en la Cruz y a su Madre Dolorosa. La tradición se cumplía de nuevo y los hermanos de la cofradía del Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores nos preparábamos para acompañar a Nuestros Titulares un año más por las calles de Úbeda.

En el templo de la Trinidad, como cada año, estaba todo dispuesto: los cofrades vistiendo nuestra túnica, los costaleros del paso de María Santísima y los que con su esfuerzo empujan el trono del Santísimo Cristo concentrados y preparados, algunas hermanas vestidas de mantilla, directivos, representantes de la Academia de la Guardia Civil y del Ayuntamiento, todos, esperando a las 12:30 para que la puertas de la Trinidad, tras la suspensión del pasado año, se abrieran este 12 de abril de 2019. Poco antes con su llegada, nuestra banda anunciaba que todo está ya preparado. La Agrupación Musical Maestro Emilio Cano de Membrilla (Ciudad Real), que por noveno año consecutivo nos acompañaba, interpretaba las marchas a nuestros Titulares “Expiración”, “Muerte y Dolor” y “A la Virgen Trinitaria” a la salida del templo.

Durante aproximadamente dos horas se recorrió el itinerario previsto, ante gran cantidad de público durante todo el recorrido, y de nuevo, cientos de cofrades hemos podido acompañar por las calles de nuestra ciudad al Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores, en una procesión que se desarrolló a pesar de la amenaza de lluvia con total normalidad y con la solemnidad acostumbrada.

Poco después, a media tarde, se hacía público el acuerdo de la Junta Rectora de Hermanos Mayores por el que se suspendía la Magna Procesión General ante la inestabilidad prevista.

La Junta Directiva quiere agradecer a todos los cofrades que participaron en nuestra Estación de Penitencia su ejemplar comportamiento, esfuerzo, ilusión y devoción a nuestros Sagrados Titulares, permitiendo así que pudiésemos realizar la Procesión acompañando al Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de los Dolores con gran seriedad y esplendor, dejando constancia en definitiva de lo que representa nuestra cofradía en el mediodía del Viernes Santo ubetense.

“Stabat Mater dolorosa justa crucem lacrimosa dum pendebat filius”

septenarioEl pasado sábado 6 de abril comenzaba el Septenario a María Santísima de los Dolores, que duraba hasta la noche del viernes 12 de abril y con él, terminaba para nuestra cofradía una intensa semana de vísperas. Con una gran presencia de hermanos y de fieles que no se quieren perder esta cita, hemos podido rezar contemplando la imagen de María Santísima de los Dolores, este año en su trono, durante los siete días del Septenario.

Durante cuatro de los días, la celebración de la Eucaristía ha estado presidida por el Rvdo. Sr. Don Joaquín Rafael Robles Medina, que con su magisterio y su amor y devoción cofrade, no en vano es hermano de nuestra cofradía, nos ha vuelto a llenar de ilusión y ánimo, y a reforzar nuestro compromiso como cofrades y como cristianos. Nuestro Hermano Mayor, don Tomás Muñoz, al finalizar la Eucaristía, hacía entrega al Rvdo. Sr. Don Joaquín Rafael Robles de uno diploma como recuerdo y agradecimiento por su participación en los cultos que se han realizado durante esta semana.

Todos los cofrades, pero en especial cada día los jóvenes y los hermanos que pasan a serlo de pleno derecho, nuestra banda, niños y mayores, costaleros, hermanos y hermanas, hemos participado en la Eucaristía, hemos demostrado con nuestra asistencia y participación que nos une nuestra devoción a nuestra madre, María Santísima de los Dolores..

El último día, Viernes de Dolores, se celebró la Fiesta dedicada a nuestra Madre Dolorosa, oficiada por el Capellán castrense de la Academia de Guardias de la Guardia Civil, D. Carlos Manjón Requena. Tras la Eucaristía podíamos escuchar a la Coral Virgen de Guadalupe en su magnífica interpretación de los Dolores de D. Victoriano García. Con la música de la orquesta de la coral y dirigidos por D. Tomás Delgado Pulpillo hemos vuelto a compartir durante estos siete días ese dolor de la Madre ante el anuncio de lo que le iba a pasar a su Hijo Amado.

Durante la comunión pudimos escuchar la marcha que el maestro Herrera Moya compusiera para María santísima, “Muerte y Dolor”, y tras su interpretación y después de la acción de gracias se interpretaba la marcha para Banda Sinfónica y Coro, Incondicionado Amor, de Don José Javier Delgado Pulpillo, con letra de Don José Delgado López que tiene la particularidad de conjugar la música con una parte cantada y que sonaba de nuevo, de forma magistral, este último día del Septenario.

Nuestro Hermano Mayo al finalizar la celebración Eucarística, hacía entrega también al Capellán Castrense, Don Carlos Manjón de un diploma como recuerdo y agradecimiento por su participación en la Fiesta Principal y en este último día del Septenario, que finalizaba, tras la interpretación de los Dolores, con el Stabat Mater que antecede a la oración final cuyas notas ponen fin este año a los cultos de nuestra cofradía en esta semana.

descendimientoEnmarcado en esta última semana anterior a la celebración de la Semana Santa y en el Septenario dedicado a María Santísima, el jueves anterior al Viernes de Dolores, se celebró el Solemne Acto del Descendimiento del Stmo. Cristo de la Expiración desde el Altar Mayor de la Iglesia de la Trinidad. Este acto ya se ha convertido en uno de los momentos de mayor recogimiento y devoción para los hermanos de la cofradía y para los fieles que llenan el templo para su contemplación. Con la iglesia casi en penumbra y con un emocionante silencio, solo roto por los sones de la marcha Expiración, se iniciaba lentamente el descendimiento.

La imagen era recibida por los hermanos encargados de trasladarla bajo las escaleras del Altar. Una vez depositada se realizaba por parte del Hermano Mayor y del Rvdo. Don Joaquín Rafael Robles el rezo y reflexión de las Siete Palabras, entre las que se intercalaba el toque de lamento de nuestros "trompeteros". Con una oración final dirigida por la vocal de culto de nuestra cofradía se ponía fin a este solemne Descendimiento.

A día siguiente, tras acabar el Septenario y con el templo nuevamente lleno de hermanos y fieles que no se quieren perder este acto, tuvo lugar el devoto Besapié al Santísimo Cristo de la Expiración, para después, ser portado por segundo año consecutivo por alumnos y alumnas y por el Páter de la Academia de Guardias de la Guardia Civil de Úbeda y Baeza, en otro momento de gran emotividad y recogimiento, para, tras su traslado a través del pasillo central de la iglesia de la Santísima Trinidad, dar inicio a su entronización, que se inicia con la imagen suspendida bajo uno de los arcos del templo para ser depositada en el trono con el que, a mediodía del Viernes Santo, iniciaremos la Estación de Penitencia.

Tras una reflexión dirigida por el Capellán castrense de la Academia de Guardias de la Guardia Civil, D. Carlos Manjón Requena y con el rezo de la oración al Cristo de la Expiración se ponía fin a una intensa semana de preparación, que los hermanos de la cofradía vivimos de una forma especial y que nos llevará, con todo ya dispuesto, hasta que el próximo Viernes Santo, a las doce y media en punto, se abran las puertas de la Trinidad.